Gracias a nuestro trabajo eficaz y transparente, los Bancos ganamos la confianza de empresas patrocinadoras y de donantes, que nos apoyan en su tarea por reducir el desperdicio de alimentos y en la labor de asistencia a las personas desfavorecidas.
Los alimentos que recibimos proceden de particulares que donan en las recogidas y operaciones kilo que se celebran periódicamente en tiendas y grandes superficies. No obstante, el grueso mayor de las donaciones de alimentos y también de las aportaciones materiales y económicas se lleva a cabo a través de acuerdos y convenios que se suscriben con organismos públicos y privados, así como con todo tipo de empresas.
Con FESBAL, colaboran solidariamente desde cooperativas e industrias productoras de alimentos y distribuidoras del sector de la alimentación, a empresas de transporte, logística y construcción; pero también hay entidades financieras y fundaciones.
Las empresas que son solidarias con los Bancos de Alimentos obtienen a su vez ventajas, porque su donación es
- Solidaria: Contribuye a la lucha contra el hambre.
- Económica: Elimina costes directos del stock y los costes de transporte.
- Deducible: El valor de la donación es un gasto fiscalmente deducible, un 35%.
- Sostenible: Se actúa responsablemente convirtiendo los alimentos no comercializables en recursos sostenibles: lo que supondría un residuo para una empresa pasa a ser un producto solidario.
- Ecológica: Minimiza el impacto medioambiental (1 tonelada de alimentos destruidos produce 4,5 toneladas de CO2).
- Ética: Se incrementa el valor social del producto y de la empresa.